El final de ‘LOST’

[Esto no es una reseña del final de ‘Perdidos’. Si es eso lo que estás buscando, al final encontrarás unos cuantos enlaces a varias reseñas publicadas en distintos blogs en los últimos días. Lo que sigue es una reflexión personal sobre el cierre de la serie, un intento de explicar por qué me ha gustado. Evidentemente, habrá ‘espoilers’.]

Creo en una vida después de la muerte, que esto no es todo, que lo que llamamos vida no es más que un capítulo, puede que sólo el piloto, del largo periplo de nuestras almas por este y otros mundos. Sé que hay mucha gente que no cree en eso, que piensa que morimos y ya está, porque nada sabemos de esa otra vida. No tengo pruebas para demostrar lo que creo. Tampoco las tienen ellos para demostrarme lo contrario, así que hasta entonces prefiero seguir creyendo que al morir nos encontramos con los seres queridos que vamos perdiendo a lo largo de los años y que nos esperan en otra parte aunque no podamos verlos.

La muerte de mi abuelo, hace algo más de un año, fue mi primera pérdida. Además de la tristeza y el dolor, pensé entonces que donde quiera que estuviera se sentiría bastante solo mientras nos esperaba a los demás. Su hija, mi madre, se fue con él nueve meses después.

Cuando murió mi madre, pensé, y así lo dije aquí, en escribir una historia sobre una mujer que se despierta en una playa, sin cicatrices, con la rizada melena que siempre tuvo y que perdió y sin miedo a que le dé el sol porque no la ha destrozado la radioterapia. En esa playa se reencuentra con su padre, y con su perro, al que perdió tiempo atrás. Su padre, que al principio se apena de verla tan pronto, le explica qué ha pasado y dónde están, y le cuenta que ahora tienen que esperar a que vayamos llegando los demás.

Tenía toda la historia en la cabeza, pero no llegué a escribirla. Y ahora Damon Lindelof y Carlton Cuse lo han hecho por mí.

Como decía Kalimero, en los seis años de Lost no sólo la hemos visto; la hemos vivido. Conocemos a los personajes mejor que a muchos de los que nos rodean. Hemos disfrutado y sufrido con ellos estos seis años. Les hemos visto pasarlo bien y pasarlo mal; les hemos visto ganar y perder. A muchos de ellos les hemos visto morir y les hemos echado de menos cuando no estaban. Por eso, al menos en mi caso, me conforta saber que, a pesar de todo, al final se encuentran y dejan de estar perdidos, que a pesar de haber muerto solos, viven para siempre juntos.

Hay quien critica el giro místico (también hay quien sigue creyendo la tontería de ‘estaban todos muertos desde el principio y todo el lío de la isla es fruto de la imaginación de Jack’, pero de eso nos ocupamos el otro día), pero no estoy de acuerdo con ellos. En mi opinión, el eje sobre el que siempre ha girado todo ha sido el eterno y probablemente irresoluble conflicto entre la ciencia y la fe, presente desde la primera temporada. La fe siempre ha estado en la historia, no sólo en el último capítulo, y aunque no nos hayamos dado cuenta es ella la que nos ha mantenido enganchados a esto durante tanto tiempo. Pero aquí no se habla de fe entendida exclusivamente como algo religioso. La fe es creer en lo improbable, e incluso en lo imposible. Fe es creer en cosas sin aparente explicación, cosas más grandes que nosotros, que escapan a nuestro control. Fe es creer en una segunda oportunidad, en poder levantarte a pesar de que tus piernas estaban muertas, es creer en la redención.

Perdidos siempre ha sido una historia de personajes, de personajes que llegaron a la isla hechos polvo («necesitabais a la isla más de lo que ella os necesitaba a vosotros», les dijo Jacob a los últimos candidatos) y que en ella encuentran la posibilidad de volver a empezar (la tabula rasa) y de encontrar su lugar en el mundo, de dejar de estar perdidos. También ha sido una historia de redención, no sólo entendida como redención de los pecados en el sentido cristiano, sino como redención de los errores que todos ellos cometieron a lo largo de sus vidas. Y en los flash-sideways, ese limbo de encuentros que es también un what if, vemos qué habría sido de ellos sin las circunstancias que les convirtieron en candidatos idóneos a la experiencia isleña.

Hay quien dice que los encuentros y los recuerdos en esa otra vida pecaron de un exceso de sensiblería, pero yo los disfruté mucho, especialmente con las caritas con que los iluminados miraban a los aún no iniciados (Hurley a Charlie, Sun y Jin a Sawyer) y con momentos como los de Sawyer y Juliet («te tengo», le dice él a ella, como se lo dijo cuando intentaba agarrarla para que no cayese en el pozo de la futura escotilla).

También disfruté de la última conversación entre Locke y Ben, tan grande como la mayoría de las que nos han ofrecido durante todos estos años, y espero ansiosa el epílogo de Hugo y Ben como guardianes de la isla.

Nosotros vimos la finale on line, sin padecer el tormento de Cuatro (y además unas horas antes), y nos pasamos buena parte de las dos horas y media con lágrimas en los ojos, pero nada como la secuencia en la que Jack y su padre se encuentran. «¿Jack está muerto?», preguntaba incrédula a El Gris, que compartía mi desconcierto (ya sé que la herida era mortal, pero teniendo en cuenta que me tragué con anzuelo y todo que Locke había resucitado, ya me lo espero todo). «¿Todos están muertos?», decía yo poco después. Nos fuimos a la cama con el cuerpo raro, tristes por tantas emociones, tristes porque se había acabado, pero también contentos por, como decía antes, saber que al final todos estaban bien.

Horas después, cuando volví de hacer un examen (sí, encima tenía un examen esa mañana; vete a saber cómo salió), supimos del jaleo que había montado Cuatro y que había mucha gente que hablaba de otro Serranazo. Y volvimos a ver el trozo final. Volvimos a llorar y comprobamos, porque lo cierto es que tanto comentario nos creó dudas, que no había allí ninguna de las tonterías que por ahí se decían. Por la tarde-noche volvimos a ver la finale completa (y el programa de Jimmy Kimmel con éste preguntando a Michael Emerson cuántas veces le habían pegado en la serie. «¿En cuántos episodios salgo?») y entonces sí sentimos esa sensación de plenitud, de cierre, que ahora tenemos.

A nosotros nos pareció el final más apropiado, un final digno de Lost. Hay mucha gente enfadada porque consideran que quedan demasiadas cosas por explicar (se han explicado muchas, las importantes, y todas las respuestas que ha proporcionado esta temporada, que han sido unas cuantas, han sido bien claritas, como la conversación de Jacob con los candidatos, la de Michael con Hurley o la de Christian con su hijo Jack) o que no se han dado explicaciones satisfactorias. Pedro Jorge remitía a los clásicos de la ciencia ficción para recordar que las grandes historias no siempre lo explican todo, que hay cuestiones que deben asumirse sin más y simplemente apreciar cómo esos misterios hacen avanzar la acción. Y en Perdidos lo consiguen con creces.

Además, si lo hubiesen resuelto todo y hubiesen apostado por un final plenamente científico puede que hubiese mucha más gente descontenta con la solución final que simplemente empaquetarían la serie y no volverían a acordarse de ella. Creo que un cierre de este tipo permite volver a ver la serie una y otra vez y seguir descubriendo detalles en los que hasta ahora no nos habíamos detenido.

Toda esta parrafada es, claro está, mi opinión. Comprendo que haya gente a la que no le haya gustado el final, y que a muchos otros ni siquiera les guste la serie. No busco convencer a nadie, aunque creo, como diría Alexliam, que si no has llorado con la muerte de Jack «estás muerto por dentro».

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Otros artículos sobre el final de ‘LOST’ recopilados sin orden alguno:

-En este mismo sitio: Para quien todavía no tenga claro qué pasa en el final de ‘LOST’
-Kalimero’s Zone: Lost: The End
-Pjorge.com: Lost, 6ª temporada, episodios 17 y 18, “The End”
-Basura and TV: Lost: The End
-Truthkills: Review: Lost 6×17 Series Finale The End Primera Parte y Segunda Parte
-Me llamo Mer: Crónica de un final y Perdidos estamos todos
-LOSTeóricos: Lost 6×17 y 6×18 The End y The End
-El Diario de Mr. MacGuffin: El último final
-Carrusel de series: Review Lost 6×17/18: «The End»
-Nacho Vigalondo: Live Alone, Die Together (El final de LOST)
-Espoiler: Ocho espectadores en busca de un final

Y una mención especial a Lostzilla, por habernos acercado durante todo este tiempo todo lo que pasaba en la serie y alrededor de ella y, sobre todo, por sus rapídisimos y excelentes subtítulos. Gracias.

8 comentarios sobre “El final de ‘LOST’

  1. Gracias, satrian. A mí me encantó ese mensaje de esperanza del cierre. Después de todo lo que pasaron los personajes, creo que se merecían un desenlace de este tipo, algo más que un simple final feliz. Además, a mí me dejó plenamente satisfecha por todo lo que cuento en el post. Gracias otra vez por el comentario y un saludo.

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  2. Gracias, Kalimero. Tienes razón. Nos vamos a pasar un buen rato todavía escribiendo… y leyendo lo que escriban los demás, claro 😉 Yo casi todos los días me encuentro por ahí algún artículo en algún blog que no conocía, y no creo que me canse de hacerlo, jeje.

    Saludos 😉

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