MIKHAIL: My name is Mikhail Bakunin and I am the last living member of the DHARMA Initiative.
Kate, Sayid, Locke y Rousseau continúan su viaje por la isla en busca de VillaOtros, para rescatar a Jack y, en el caso de la francesa, encontrar a su hija, Alex. Siguiendo las indicaciones del palo de Eko, llegan a una especie de granja (hay vacas, un caballo y hasta un gato) con una enorme antena en el tejado y en la que vive el tipo del parche al que vieron en los monitores de la Perla. Sayid se acerca tentativamente, desarmado, y Mikhail le recibe con un balazo en el hombro. Tras un rifirrafe con Kate y Locke entran todos amistosamente en el hogar del ucraniano, que mientras cura la herida de Sayid les cuenta que fue oficial del ejército soviético y que se unió a la Iniciativa Dharma contestando a un anuncio en un periódico («¿Quieres salvar el mundo?», decía).
SAYID: So, when did you come to the island?
MIKHAIL: 11 years now. I like computers, communications equipment, being alone like a lighthouse keeper. So they put me in this station. They called it The Flame.
SAYID: What is the purpose of the flame?
MIKHAIL: To communicate with the outside world, of course.
[…]
SAYID: What happened to the DHARMA Initiative?
MIKHAIL: They’re all dead, of course. They foolishly initiated a war against The Hostiles, the purge they called it.
La charla no dura mucho más. Sayid sabe que Mikhail es un Otro y éste que el iraquí lo sabe. Hay otra pelea, que incluye el hallazgo en el sótano de un mapa de las instalaciones eléctricas de la Isla, un cableado con explosivos y Bea Klugh, la de la lista de Michael, que le pide a Mikhail que la mate y que acabe también con su propia vida para no caer en manos de los losties. Consigue lo primero pero no lo segundo.
SAYID: Tell me something. Were you ever a member of the DHARMA Initiative? Or was everything you said a lie? Of course, I’m wasting my breath.
MIKHAIL: I was never a member. But everything else I told you was true. I moved into this station after the purge.
En la Llama (The Flame) Locke se había topado unos minutos antes con un ordenador, similar al de la Escotilla y en el que al parecer sólo se puede jugar al ajedrez. Mikhail le había advertido que no perdiese el tiempo con él, que era imposible ganar. Pero ya sabemos la fijación que tiene Locke con los ordenadores, así que sigue jugando hasta que gana. Cuando lo hace, aparece en pantalla un rostro conocido:
DR. CANDLE: Has there been an incursion of this station by the Hostiles? If so, enter 77.
Locke, un ordenador, unos números. ¿Qué puede salir mal? Por supuesto, marca 77.
La nota ligera del episodio la aportan Hurley y Sawyer, que se retan a una partida de ping-pong. Si gana el segundo, recuperará las cosas que él había ido recopilando desde que llegaron a la Isla y que sus compañeros pusieron a disposición de la comunidad cuando le capturaron los Otros. Si gana Hugo, durante una semana Sawyer no podrá utilizar los despectivos apodos con los que se dirige a los demás. Hurley le aplasta.