La Star Wars Celebration Europe nos sirvió de excusa para nuestro primer viaje a Londres, allá por 2007, coincidiendo con el 30º aniversario del estreno de Star Wars, y la exposición Star Wars Identities hizo lo propio con París hace unos meses, aunque poco tiene que ver una exhibición de vestuario, maquetas y artilugios variados empleados en la saga con una multitudinaria convención de fans galácticos por la que se dejaron caer, entre otros, Mark Hamill y Rick McCallum (con el que estuvimos charlando brevemente y hasta nos hicimos una foto).
Pese a ello, y a que buena parte de las piezas ya las hemos podido ver en otras ocasiones (*), por ejemplo en la Star Wars Exhibition que pasó hace unos años por Madrid, esta exposición bien merece una visita, aunque por ahora no hay prevista escala en ninguna ciudad española.
La maqueta del Halcón Milenario empleada en El Imperio contraataca y muchas otras de las naves que aparecen en la trilogía original, figuras de Jabba, el vestuario de personajes como Han Solo (también versión carbonita), Leia (sí, también el bikini), Luke, Chewbacca, Yoda, R2D2, C3PO y Darth Vader (incluida su máscara) y diseños de personajes, escenarios y vestuario son algunas de las 200 piezas que pueden contemplarse en esta muestra, cuyo leit motiv es la construcción de la identidad de los personajes de la saga.
Con unas pulseras con sensores que prestan al inicio, los visitantes van recorriendo las diferentes secciones, en las que elegirán razas, planetas de nacimiento, educación, familia, primeras experiencias laborales y decisiones vitales para ir construyendo esa identidad hasta que, al final, se encuentren ante el Emperador, que les planteará la misma pregunta a la que en su día se enfrentó Anakin Skywalker (ya sabemos con qué resultado). La respuesta que demos a Palpatine también se añade al currículum del visitante, al que al final se le mostrará (y enviará por mail) un resumen de ese personaje que ha creado. Sin ser una experiencia memorable, al menos ofrece una propuesta diferente a la clásica exposición de atrezzo, maquetas y disfraces.
La gran pega de la muestra es la iluminación. El recorrido está muy oscuro (se van iluminando sectores conforme avanza el trasiego de visitantes) y tampoco se ve demasiado bien en ocasiones lo que hay en las vitrinas. Porque sí, la mayor parte de las piezas están en vitrinas, sobre las que se reflejan inmisericordes todas las lucecitas de las salas. La inapropiada iluminación es sólo una de mis excusas para no haber logrado un mejor reflejo fotográfico de la muestra. La otra es mi escasa pericia. En cualquier caso, aquí está el álbum completo, para quien le quiera echar un vistazo.
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(*) Puede sonar arrogante, pero hemos estado hasta en la mismísima Lucasfilm (cuando todavía era Lucasfilm y no un apéndice de Disney), así que hace falta algo más que una exposición de maquetas para sorprendernos.
¡Dios mio, cuánto friquismo! me encanta. De chaval me regalaron un Halcón Milenario, no tan chulo como el de la foto, claro, pero era un juguete incríblemente logrado para su época. Aun así lo que de verdad deseaba era un destructor estelar. No sé si los había, pero hubiera considerado una carrera en el sindicato del crimen infantil a cambio de uno.
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Me alegro de que te guste. ¿Tienes aún tu Halcón? Por echarle un vistazo, aunque no fuera tan chulo como el de la foto (éste es el que usaron en la peli, así que es difícil competir, ¿no?).
Mi juguete favorito de Star Wars, que nunca tuve, era el AT-AT. Esto: https://en.wikipedia.org/wiki/Walker_%28Star_Wars%29
Curiosamente ahora tengo más muñequitos y figuras de esto de las que tuve cuando niña. Supongo que les pasará también a muchos.
Gracias por pasar por aquí y por el comentario.
Saludos 🙂
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PD: Tampoco sé si se comercializaron los destructores, pero coincido en que habrían merecido una «carrera en el sindicato del crimen infantil», jeje.
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