«Por un momento todo estuvo claro, y cuando eso pasa uno ve que el mundo apenas existe en realidad. ¿No lo sabemos todos en secreto? Es un mecanismo perfectamente equilibrado de gritos y ecos que se fingen ruedas y engranajes, un reloj de sueños que repica bajo un cristal de misterio que llamamos vida. ¿Detrás de él? ¿Por debajo y a su alrededor? Caos, tormentas. Hombres con martillos, hombres con navajas, hombres con pistolas. Mujeres que retuercen lo que no pueden dominar y desprecian lo que no pueden entender. Un universo de horror y pérdida que rodea un único escenario iluminado en el que los mortales bailan desafiando a la oscuridad».
Stephen King, 22/11/63
Cosas de Babel 
Una visión muy negativa que lamentablemente 51 años después sigue siendo aplicable
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Discrepo y aprecio que es una, curiosamente, visión muy positiva y cercana a la vida de Stephen King.
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Es una reflexión que hace el narrador y protagonista de la novela de Stephen King, un hombre de nuestros días que viaja en el tiempo al pasado, a finales de los años 50. Pese a que pueda parecer una descripción pesimista, en realidad yo diría que hay un optimismo latente.
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