(No sé si fue así pero, conociéndolos, no me extrañaría)
En una reunión cualquiera de Pixar…
-¿Y si incluimos un chiste recurrente en la película? Algo sencillo que podamos usar en varias ocasiones a lo largo de la historia.
-Podríamos crear un condicionamiento en los perros. Que, por ejemplo, se queden tiesos mirando hacia la nada cada vez que escuchen una palabra o que piensen en ella…
-Mmm… Podría funcionar. Pero, ¿qué palabra?
-No sé, ¿ardilla?
Puede que así naciera uno de los mejores chistes de Up, una de las maravillas de Pixar:
(Tanto la idea como el título de este post pertenecen al silencioso coautor de este blog. Como él no se animaba a escribirlo, se lo he tomado prestado. Al fin y al cabo, tenemos bienes gananciales…)