Muchas veces he dicho, de broma, que no me gusta la poesía. Pero eso no es cierto. La que no me gusta es la mala poesía. La buena, la que me hace sentir algo, la que me dice algo, la que me llega y se queda conmigo, siempre me ha gustado. No soy muy partidaria de celebrar cosas, ni propias ni ajenas, pero me ha dado por ahí hoy, Día Mundial de la Poesía, y me apetece compartir uno de mis poemas favoritos. De La voz a ti debida, de Pedro Salinas, se puede recomendar casi cualquiera de sus poemas, pero mi preferido es éste. Lo he copiado de una web, pero podría haberlo escrito de memoria.
No quiero que te vayas,
dolor, última forma
de amar. Me estoy sintiendo
vivir cuando me dueles
no en ti, ni aquí, más lejos:
en la tierra, en el año
de donde vienes tú,
en el amor con ella
y todo lo que fue.
En esa realidad
hundida que se niega
a sí misma y se empeña
en que nunca ha existido,
que sólo fue un pretexto
mío para vivir.
Si tú no me quedaras,
dolor, irrefutable,
yo me lo creería;
pero me quedas tú.
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo.
A lo mejor sigo luego con las confesiones poéticas. Se me ocurren unos cuantos versos más que podría recomendar…
Uno de mis poemas favoritos sin duda
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Me alegro. Gracias por pasar por aquí y por el comentario.
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