Zapatero se nos ha ido a Rusia. Suponemos que ha decidido tomarse unos días de descanso del oasis de tranquilidad que es la vida política en España, con la crisis resuelta y todos los partidos políticos lanzando loas a su extraordinaria gestión sin ningún tipo de fisura que pueda comprometerla. Y se nos ha ido a un pequeño lugar llamado Yaroslavl para asistir con orgullo patrio, y sus revolucionarias ideas económicas, a unas conferencias sobre seguridad internacional llamadas The modern state and global security. No sabemos muy bien la razón de que haya sido invitado a tal evento, pero imaginamos que la discreta, eficaz y aceptada por todos gestión del caso Gürtel y otras correrías de los traviesos chicos del Partido Popular ha sido el acicate final para que los organizadores hayan llevado a ojitos a la gran Rusia. Lo curioso y que no sabíamos es que, al parecer, también ha sido elegido en secreto para llevar la contabilidad del evento dadas sus innegables aptitudes. No fue fácil descubrirlo pero, tras analizar literalmente con lupa fotos y vídeos del acontecimiento, pudimos ver su mano en alguna que otra cosa. La lista sería extensa pero una no demasiado larga deliberación nos ha llevado a traer la que consideramos prueba definitiva del crucial papel de nuestro querido presidente llevando las cuentas del evento en cuestión.
Foto: Dmitry Astakhov (AFP/Getty Images)
Lo que vemos destacado en la imagen no es otro que el pequeño Lack, posiblemente la mesa más vendida y versátil de la historia de esos grandes amantes de lo plano que son los amigos suecos de IKEA. Ningún otro salvo el leonés hubiese sido capaz de llevar a cabo una decisión tan arriesgada y brillante como la de controlar el gasto del acontecimiento eligiendo un mobiliario tan elegante y económico, no en vano nuestros amigos nórdicos redujeron hace poco el precio del complemento ideal de todos los salones para hacerlo, si cabe, aún más accesible. Así, con un poquito de aquí y otro de allá (hoteles de muchas estrellas, vuelos, dietas e hipotéticas acompañantes patrocinadas por Berlusconi aparte), el éxito de la labor ahorrativa de Zapatero está más que garantizado. Tan simple y genial que nadie, misteriosamente, había pensado en ello. Ya sólo nos queda esperar la vuelta de José Luis de la gran madre Rusia a nuestro país para que siga aquí lo tan elegantemente empezado allí, para seguir con tal eficacia con todo el mobiliario de la Moncloa y para que los caducos muebles dieciochescos del Palacio Real se vean al fin postergados en favor de unos paquetes planos que el mismo ZP se encargaría de abrir y montar llave allen en mano. ¡Por favor, Lacks para todos ya!