[Curiosamente yo ya se lo he dado, porque hasta hoy no he podido escribir al respecto, pero espero que no me lo tengáis en cuenta]
Por motivos evidentes, en Andalucía Chaves ha sido el gran protagonista de la crisis de Gobierno de Zapatero (en los últimos días las noticias al respecto se han llenado de cientos de comentarios en los que le han llamado de todo menos guapo; me pregunto si toda esa gente fue a votar las seis veces que se presentó y ganó, las dos últimas de ellas con mayoría absoluta), mientras que otros medios se han centrado en Elena Salgado (a la que le ha caído encima el marrón de lidiar con la crisis), Trinidad Jiménez, Pepe Blanco (lo peor de su nombramiento como ministro de Fomento es que ahora veremos todavía más a Leire Pajín, mucho menos divertida que Pepiño) o el hermano de Gabilondo (por mucho currículum que tenga, para determinados medios y periodistas siempre será el hermano de Gabilondo, especialmente si la pifia), pero en la Red la protagonista ha sido curiosamente una figura que muchos profesionales han pasado por alto o directamente han ignorado en sus sesudos análisis sobre la reforma del Gobierno.
Debo admitir que solté un alarido cuando Zapatero dijo que Ángeles González-Sinde era la nueva ministra de Cultura, un clamor que en pocos minutos recorrió Facebook, Twitter (llevaba meses sin abrirlo pero ayer lo hice) y, cómo no, los blogs.
El nombramiento de esta señora, guionista, directora de cine y hasta ahora presidenta de ese tugurio que es la Academia de Cine Española ha sido entendida por muchos (yo incluida) como un paso más hacia ese ministerio de la SGAE con el que bromeaba hace tiempo el abogado experto en propiedad intelectual David Bravo, que decía algo así (no encuentro la referencia exacta) como que se dejen de intermediarios y pongan de una vez a Teddy Bautista al frente del Ministerio de Cultura.
Apenas unos minutos después de conocerse la noticia, los twitteros ya la habían rebautizado como SINDEscargas, se habían entretenido en descubrir que las siglas de Excelentísima Ángeles González-Sinde son, leídas al revés, las de la SGAE y, unas horas después, le habían regalado un grupo en Facebook que pide que se pire.
Unos lo califican de provocación, otros de pesadilla, otros creen que es una radical, alguien que no entiende nada, una enemiga de internet o una ministra del siglo pasado, mientras Julio Alonso dice que Zapatero, con esta decisión, ha perdido la Red y pide que se le castigue en las urnas, empezando por las europeas de junio (al final hay unos cuantos enlaces a los artículos más destacados que hasta ahora se han escrito al respecto).
Aunque otros se han extendido bastante más y mejor sobre el tema, por aquí ya comentamos el disparatado discurso de esta señora en los últimos Goya (en el que pedía que no sólo las operadoras se enriquecieran por la descarga de contenidos), que encaja a la perfección con las palabras de sus ahora subordinados a la hora de hacer balance del cine español durante el año pasado.
Zapatero ya dijo durante su anuncio de los elegidos que la prioridad de la Cultura en España es regular la propiedad intelectual, lo que me parece una barbaridad, porque la Cultura en España es mucho más que vigilar quién descarga qué en Internet (a lo mejor sí que caminamos hacia un ministerio de la SGAE), aunque es cierto que sólo desde ese punto de vista se puede entender la elección de González-Sinde, alguien que, por lo que sé, carece de experiencia alguna en el campo de la gestión cultural, que es, o debe ser, la verdadera prioridad de un departamento público del ramo. Alguien debería explicarle a uno y otra que la gestión de la cultura incluye infraestructuras (museos y otras instalaciones), programación cultural y proyección exterior e interior, aparte de otras muchas disciplinas aparte del cine.
Pero parece que todo eso ha dejado de importar en un país que ha impuesto un canon dudosamente constitucional que parte de la presunción de culpabilidad y que implica que todo aquel que adquiere un CD, DVD, mp3, disco duro, teléfono móvil y otros muchos soportes lo hace para el mal. También debería alguien recordarle a estos individuos que los descargadores ilegales, que no son ni ilegales ni piratas, porque la legislación española sólo entiende la ilegalidad si de ello se deriva lucro, no se interesan precisamente por las producciones españolas. El hecho de que autoridades españolas (me da igual si son públicas o privadas) cobren por lo que otros producen fuera de nuestras fronteras sí que es un delito.
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–Una pesadilla: Angeles González-Sinde, ministra de cultura, por Enrique Dans.
–La elección de González Sinde, una provocación de Zapatero contra Internet, en la Asociación de Intenautas.
–El día que Zapatero perdió Internet, por Julio Alonso.
–Sólo 29 minutos, por Jesús Cabrera.
–¡Bienvenida Ángeles Gonzalez Sinde a su nuevo trabajo!, en Blogoff.
–La nueva ministra de Cultura: González-Sinde(scargas), en Soitu.es.
–Ángeles González-Sinde no puede ser Ministra (Act. 1), por Sonia Blanco.
–Una radical en el ministerio de Cultura, por Antonio Delgado.
–Un gobierno enemigo del P2P, en Mangas verdes.
–Una ministra del siglo pasado cuando necesitamos innovación, por Antonio Ortiz.
–Ángeles González-Sinde, la nueva Ministra de Cultura que no entendió nada, por Eduardo Arcos.
–Rechazo frontal en Internet al nombramiento de Ángeles González Sinde como ministra de cultura, en Microsiervos.
–Ángeles González-Sinde, pírate, en Facebook.
Me muero del asco, esto es lo que nos faltaba.
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Sí, hija, la ruina.
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El sueño de la ministra, la ley de Sarkozy para cortarle la conexión a los internautas que utilicen p2p, tendrá que esperar: el parlamento francés la ha rechazado. Es sólo una formalidad, porque se volverá a presentar y acabará por ser aprobada, pero una alegría es una alegría por muy momentánea que sea.
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Sé que lo aprobarán, no importa cuántas tácticas tengan que usar para ello (una de las cláusulas más ‘divertidas’ es que, si te cortan la conexión, tienes que seguir pagándola), pero al menos la Unión Europea ha rechazado este tipo de medidas. No sé si servirá, pero algo es algo.
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