Algo no funciona como debería cuando para un periódico, aunque sea local, no es noticia Leopoldo Abadía, un tipo que sí que sabe (salvo si entra un teletipo sobre él con el que rellenar un hueco en una página en un tórrido y poco noticioso domingo agostí), ni que haya escrito un libro que además se está vendiendo bastante bien, y que siga sin ser interesante ni siquiera cuando va a presentarlo a una librería que está a poco más de cien metros de su redacción.