Sí, amigos, vuelve la becaria con pamela (BCP), aunque esta vez sin el complemento que le ha dado fama, que ayer fue sustituido (confiemos en que vuelva pronto) por una flor blanca, enorme, enganchada en su oreja izquierda, como si de improviso la hubiesen convocado a una feria, romería u otro sarao folclórico y sólo hubiese tenido tiempo de coger esa flor para enriquecer su vestuario habitual. Con la flor llegó, con ella estuvo el tiempo que permaneció allí, con ella se comió su kiwi (con su cucharita) y con ella se fue. Ole.
Hoy ha venido (tarde, porque «no te puedes imaginar lo difícil que es moverse por el centro en rebajas») con una rebeca rosa chicle (vamos, como la Pantera ídem), a juego con un bolso enorme que en letras blancas llevaba impresa la palabra «Berlín».
Si fuese un poco más descarada le hacía el reportaje fotográfico que está pidiendo a gritos.
La verdad es que la chica, por lo que cuentas, hace juego con la jefa que tenemos. ¿Sabes si en alguna tienda venden una pareja igual, pero en competente? No nos vendría mal reemplazarlas…
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Desde luego que no, pero ya sabes que a los competentes, si es que los encuentras, no los venden por parejas.
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