Una prueba para fans

Con un retraso imperdonable dado mi historial colinfirthiense, esta tarde hemos visto al fin Mamma Mía! Digo al fin porque planeé verla en el cine en su día, cuando se estrenó, pero entonces comenzó esta racha de descansos descoordinados (sí, aún dura) entre mi cónyuge y yo (sí, él también quería verla, será su lado petardo) y fuimos posponiéndola semana tras semana (la descoordinación descansil tiene buena parte de la culpa de nuestro raquítico índice de asistencia al cine; el resto corresponde a nuestro carácter hogareño/apalancado -ya éramos así antes de casarnos- y a nuestro apego al sofá). Tiempo después me propuse verla mi última noche de soltera (antes o después de alguna que otra copa), pero el plan falló y acabé cenando con mi familia, así que he esperado a su salida en DVD para verla como es debido (nada de screeners ni porquerías de esas, una descarga con calidad).

La película da lo que promete (hora y media larga de gente corriendo, saltando y brincando al son de las canciones de Abba y la posibilidad de ver cómo un puñado de actores de prestigio hacen el tonto, con la salvedad de Meryl Streep, que a pesar de la locura que la rodea está siempre dignísima), aunque hay un par de detalles que defraudan las expectativas de quienes, como yo, anhelen deleitarse con algún que otro plano de ciertos señores con ropas húmedas pegadas al cuerpo o directamente con espectaculares (lo mío son los pectorales, los abdominales me dan más igual, pero por Dios, sin depilar) torsos desnudos (debo confesar que yo con eso tengo más que suficiente; ni necesito, ni tampoco me gusta, al menos en pantalla, ver nada más comprometido).

La exhibición de barriga de Pierce Brosnan es intolerable, pero lo de Colin Firth no tiene nombre. Una siempre agradece que lleve una camisa blanca, sobre todo si se va a poner chorreando, y aún más que se la quite, pero no (ESPOILER) que justo después se abrace alborozado a un joven griego porque su personaje acaba de salir del armario. Lo siento, pero soy una mujer heterosexual a la que le gustan los hombres heterosexuales, dentro y fuera de la pantalla, y ese giro no me ha entusiasmado (FIN DEL ESPOILER).

Pero si después de ver todo eso hay quien llega al final de la película con su devoción intacta por el señor Firth y/o el señor Brosnan (o el señor Skarsgård, que también tendrá sus fans), puede que la pierda en los títulos de crédito, cuando, después de cantar Meryl Streep y sus dos amigas en la ficción (las tres vestidas al estilo Abba) Dancing Queen, se arrancan con Waterloo.

Entonces entran en escena los tres mozos anteriormente mencionados, también vestidos al Abba style (con todos sus complementos). No tengo fotos, así que pongo el vídeo. El desastre de Waterloo comienza en el minuto dos y pico, pero recomiendo no ir a por él directamente; el impacto podría ser fatal.

Después de esto voy a tener que meterme Orgullo y prejuicio en vena para mantener la fe…

Actualización: Para que conste que no me he vuelto loca, aunque mi marido sigue descojonándose cada vez que se acuerda de la locaza en la que convierten al pobre Firth, el amigo Petit et perdu me da la razón. Sus habilidades narrativas superan ampliamente las mías, así que explica aún mejor por qué Colin Firth no debe cambiar de acera en la pantalla. (Justo antes de dispersarse hablando de un vídeo gay que perpetró su primo con imágenes suyas de pequeño…).

4 comentarios sobre “Una prueba para fans

  1. La lista de musicales que me gustan tiene sólo dos nombres: empieza en <>Moulin Rouge<> y acaba en <>Mamma Mia!<>. En el segundo caso, supongo que se debe a que es una de las pocas veces que salí del cine habiendo visto exactamente lo que esperaba ver. Quizás la barriga del señor Brosnan no sea todo lo estética que se requiere en estos tiempos de estéticas sobrevaloradas, pero lo cierto es que yo de mayor quiero ser Pierce Brosnan, porque hay que reconocer que hasta en camisa hawaiana tiene estilo el tío…Curiosamente vi hace poco <>Orgullo y prejuicio<> y aunque reconozco que mi motivación primera fue ver a la perfección <>http://invitadodeinvierno.wordpress.com/2008/08/27/la-perfeccion-perfection/<>, la película me gustó bastante y no me aburrió en absoluto.Ahora un off topic, una recomendación: <>Let the right one in<>, la novela de John Ajvide, la película de Tomas Alfredson y la banda sonora de Johan Soderqvist. Escribiré algo sobre todo ello, próximamente.

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  2. ¿Sólo ‘Moulin Rouge’ y ‘Mamma Mía’? Me resisto a creer que alguien pueda ser inmune a la vitalidad de Gene Kelly o a la elegancia de los sutiles movimientos de Fred Astaire… Debo decirte que no nos referimos a la misma versión de ‘Orgullo y prejuicio’. Yo hablo de la televisiva. La cinematográfica no la he visto, no porque salga tu adorada Keira, sino porque no sale mi señor Darcy, aunque supongo que tendré que verla algún día.(Tomo nota de tu recomendación).

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