No veo Life. La ponen (o ponían) los miércoles por la noche y yo suelo trabajar esos días a esas horas (también los lunes, que es cuando Telecinco empezó a programarla) y, como el resto de series en prime time, mis opciones de seguirla se reducen a hacerlo on line. No había visto ningún capítulo y la pereza (y mi ya saturada agenda de series en emisión) de ver otra serie de policías la habían aparcado para recurrir a ella tal vez en épocas de sequía (quién sabe cuándo será la próxima huelga de guionistas, o de tramoyistas o de lo que sea). Pero la semana pasada, que extrañamente descansé el miércoles, vi un par de episodios (fui a ver a mi madre y ella sí la ve, así que la vi con ella) y con eso tuve suficiente.
Quería saber más de ese policía, encerrado injustamente durante años por culpa de una conspiración de sus propios compañeros de departamento, que vive en una mansión sin amueblar pagada con la cuantiosa indemnización con que el Estado quiso compensar su inmerecido cautiverio, que volvió al trabajo porque le gusta resolver crímenes y que siempre está comiendo fruta fresca porque es lo que más echó de menos durante el tiempo que estuvo en prisión.
Pero, si quiero saber cómo termina su primera temporada (la segunda está a punto de empezar en EEUU) no podré hacerlo en Telecinco. En una nueva prueba de que para ellos la confección de las parrillas de programación no es un arte sino un juego de azar, la han quitado de en medio a falta de sólo dos episodios. No es nuevo en la innovadora cadena que con Expediente X nos demostró que no era, como proclamaba, una amiga, que ya el verano pasado liquidó Jericho en tandas de cuatro episodios por noche porque les estorbaba y que emitió primero Life los lunes después de CSI (eran capítulos nuevos hasta que de repente decidieron interrumpir la séptima temporada de los chicos de Grissom para poner más y más repeticiones; bien por ellos) y después la pasó a los miércoles.
Esta semana, según leo en Chica de la Tele (y me ha confirmado mi madre), Telecinco ha vuelto a hacer de las suyas. Ha llegado septiembre y toca poner las series titulares de la cadena. Y los miércoles va Hospital Central. Y punto. Si había algo ahí (no importa si era una serie nueva, una repetida o un zapping), se quita. Y si había espectadores que lo veían pero no llegaban al sacrosanto 20 por ciento de audiencia, que les den. Quedaban sólo dos episodios por emitir, pero es mejor guardarlos en un cajón que ponerlos más tarde o programarlos otro día. Ya lo sabíamos, pero con esto comprobamos una vez más que a las cadenas, a esta en concreto, no le importan en absoluto los espectadores. Lo peor es que pongan lo que pongan la gente sigue viéndolo. Pero a mi madre la han dejado sin saber cómo termina Life.
No sólo a tu madre. A mi también me han dejado con un palmo de narices al quitar <>Life<>. Y es que es un pedazo de serie como la copa de un pino. El argumento del poli injustamente encerrado que sale para ¿buscar venganza? daría para una película de Steven Seagal, pero los guionistas de <>Life<> son unos genios y, con esa premisa, han montado una serie magnífica, llena de sutilezas, hasta el punto de que esa supuesta venganza ni siquiera sabemos si se llevará a cabo o no, porque es trama secundaria. Y van y la sustituyen en la parrilla por <>Hospital Central<>, una serie que ni he visto ni pienso ver nunca, pero tampoco me hace falta: seguro que lo del hospital es una mera excusa para que los personajes se vayan liando unos con otros, como pasa en todas las series españolas. ¿Cuándo van a despedir a todos los guionistas y productores españoles que hay ahora y que sólo saben hacer lo mismo una y otra vez y van a contratar a gente que sepa? Estoy indignado, menos mal que no tengo ni un guionista ni un ladrillo cerca… Y si alguien de Telecinco está leyendo esto, que lo sepa: acaba de perder a un telespectador (menos para CSI, pero eso no es mérito suyo).
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Lo poquito que he visto de ‘Life’ me ha dado la impresión de que no es ‘otra serie de polis’, y me gustaría verla completa. ‘Hospital Central’ ni la he visto ni la veré, porque lo poco que sé de ella encaja exactamente con lo que comentas. >>Por lo que he leído en varios blogs de guionistas, la culpa no es sólo de ellos, sino de los ejecutivos y programadores que deciden, en última instancia, cómo es la ficción en España: mala.>>Yo hace tiempo que me despedí de Telecinco. Me niego a que sean ellos los que decidan cuándo y a qué ritmo debo ver ‘CSI’, que es casi lo único que me interesa de su parrilla, pero ojalá todo el mundo tomase la misma decisión que tú.
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