Si os digo que fridge significa frigorífico y nuke lanzar una bomba atómica y además habéis visto Indiana Jones y la calavera de cristal sabréis exactamente a lo que me refiero. No es mi intención resucitar el fridgegate y discutir de nuevo sobre su verosimilitud, su función en la historia ni nada de eso (ya lo hice), sino dar cuenta de una expresión que lleva unos meses rondando por la Red, aunque acabo de conocerla (gracias a Guionista en Chamberí), y que alude directamente al incidente del frigorífico inmune a las bombas atómicas que sirve de refugio al mejor arqueólogo que ha aparecido jamás en una pantalla.
Nuke the fridge (o, más correctamente, nuking the fridge) es al parecer el equivalente cinematográfico de saltar el tiburón, y se refiere al punto en el que una franquicia comete tal tropelía narrativa o argumental que invalida, pervierte o despoja de cualquier interés o credibilidad todo lo que venga detrás. El invento incluso tiene una web oficial en la que uno puede hasta comprarse una camiseta. A mí me sigue pareciendo genial lo del frigorífico y en absoluto suscribo este argumento (que quede claro), pero toda la historia de la frase tiene su gracia.