Que la prensa está cambiando no es nada nuevo. Mucho se ha hablado y escrito de los cambios impuestos o sugeridos por la irrupción de Internet y de cómo la prensa tradicional ha de adaptarse a esa evolución (o revolución, según se mire).
Más allá de las grandes tesis que expertos con más experiencia y conocimientos que yo elaboran casi a diario, el cambio ya se empieza a ver en el día a día.
Ayer, El País publicaba un reportaje impensable en la prensa española (no así en la estadounidense) hace tan sólo un par de años, un reportaje que emparentaba las primarias de Estados Unidos con la historia narrada en la sexta temporada de El ala oeste, centrada precisamente en la elección de los candidatos republicano y demócrata que se disputarán la Casa Blanca cuando Bartlet se vaya.
Hoy mismo, en el diario Público leíamos una información sobre el Genbetagate, que comentamos por aquí el otro día.
También hoy 20 minutos publicaba una extensa entrevista con Mariano Rajoy (ya sé que la foto no es la más apropiada y además ya la he usado antes, pero me encanta) que ha colgado también en su web. En estos casos, normalmente se publica la entrevista íntegra en la edición impresa y en Internet sólo un extracto. Tal vez sea por su condición de gratuito, pero 20 minutos ha empleado la fórmula inversa. En el papel han ofrecido un resumen (amplio, eso sí), del encuentro con el líder del PP y en la web la conversación completa.