Llámale proyecto, llámale tontería, porque tampoco es que sea un proyecto editorial de altos vuelos, pero de alguna manera hay que llamarlo. El caso es que, como algunos de vosotros ya sabéis, el tipo que figura en los créditos del blog (aunque su presencia sea casi testimonial) y yo nos casamos en septiembre, y para canalizar el alto volumen de información que dicho evento va a generar (o sea, todas las paridas que se nos van a ocurrir estos meses a cuenta del bodorrio), hemos creado un sitio para contar todas esas cosas.
El blog en cuestión se llama El día de San Eustaquio (para saber por qué tendréis que visitarlo) y, aunque todavía tiene pocas cosas, ya hay alguna que otra historia sobre nosotros, sobre dónde vamos a celebrar el almuerzo posterior al enlace (y la expedición que mis curiosos progenitores hicieron al restaurante en cuestión), sobre el desconcierto implícito a actos en apariencia tan sencillos como una boda y una declaración de intenciones sobre cómo queremos que sea ese día.
Con el transcurso de los meses la cosa se irá ampliando, así que os dejo en la columna de la derecha un bonito botón (obra de mi inminente cónyuge) para que os paséis por San Eustaquio si os apetece.
Aunque vosotros os lo habéis buscado, os deseo toda la felicidad y mucha suerte de todo corazón
Me gustaMe gusta
Nuestra más sincera enhorabuena! Deseamos que sea un día tan feliz como fue el nuestro… Y si tenéis alguna duda o alguna consulta (que supongo que no) ya sabéis dónde estamos. Nosotros ya vamos camino de los 9 meses y cada día más felices…
Me gustaMe gusta
Muchas gracias a los dos, de verdad, y me tranquiliza que definas el día de tu boda como «feliz», Drea, porque a mí me da un poquitín de vértigo… >>Dudas y consultas las tengo a toneladas, así que no te extrañe que acuda en tu busca, o pidiendo ayuda o buscando refuerzos para contener el vendaval materno-nupcial que amenaza con desbordarse de un momento a otro…>>Y lo de que nos lo hemos buscado, Pedro, no sé muy bien cómo tomármelo 😉
Me gustaMe gusta