Cuando ya estamos en plena cuenta atrás para ese sucedáneo de temporada de Perdidos que nos ha dejado la huelga de guionistas, este viernes ha llegado a los cines de EEUU Cloverfield, el último proyecto del amigo J. J., que como ya comentamos hace unas semanas tiene a toda la Red loca desde que salió aquel misterioso primer avance.
Como ese avance se proyectó delante de un título potente (Transformers), se ha especulado mucho últimamente sobre qué anuncio acompañaría el estreno de Cloverfield. Se habló de Indiana Jones, pero al final no ha sido el arqueólogo el que ha precedido la última producción del padre de la isla, sino su nuevo proyecto como director, su asalto a una de las franquicias más populares, veteranas y queridas por el público: Star Trek.
Por si hay algún despistado en la sala, lo que J. J. tiene ahora entre manos es la undécima aventura cinematográfica de la tripulación de la nave estelar Enterprise, que se estrenará en Estados Unidos en diciembre. Por ahora lleva por título simplemente Star Trek y es una especie de precuela de la serie original que retrocede a los días en que Kirk, Spock y compañía se conocieron.
En principio confío ciegamente en J. J., aunque preferiría que filmase una historia completamente nueva en lugar de tocar a Kirk y a Spock, pero por desgracia no poseo los derechos de la serie, así que si no me gusta, poco puedo hacer aparte de patalear.
Podéis ver el reparto completo (que incluye a Sylar/Zachary Quinto como Spock, a Winona Ryder como su madre -WTF- y a Simon Pegg como Scotty) en /Film, donde se han entretenido en photoshopear las caras de los nuevos sobre los cuerpos de los viejos.
Sin más rodeos os dejo con el primer avance de la película, apenas un minuto en el que casi no se ve nada (la calidad del vídeo no ayuda), aunque sí que se escucha la voz de Leonard Nimoy (en lugar de la clásica de William Shatner) diciendo aquello de «el espacio, la última frontera…».
Actualización: Éste se ve mucho mejor:
Lo que está claro es que este tío sabe cómo hacer un trailer…
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J. J. juega en la NBA. No es el ‘Dream Team’ (o sea, la factoría Lucas y todas sus ramificaciones), pero no está mal.
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