¿A que no sabéis quiénes son los de la foto? Como hoy me siento didáctica, os diré que son Lara Spencer, Brooke Anderson, Jim Moret, Giuliana Rancic, Dayna Devon y Mary Hart. ¿Seguís sin saber quiénes son? Lógico. No son nadie. Bueno, al parecer son presentadores de programas del corazón en la tele yanqui, o sea, nadie. ¿Y por qué pongo su foto? Porque estos individuos e individuas presentaron anoche a los ganadores de los Globos de Oro.
Ya sabréis que no hubo ceremonia de entrega, ni copichuelas posteriores por la huelga de guionistas, que no acudieron los nominados y que la cosa se redujo a una rueda de prensa (eso sí, bastante más vistosa que las que nos obsequian nuestros politicuchos de turno) en la que se fue leyendo el nombre de los ganadores.
También sabréis que a Javier Bardem le han dado un (dicen que merecidísimo; no he visto la película, a ver si la estrenan por aquí) Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto por No es país para viejos, de los hermanos Coen, y también que los premios han estado tan repartidos (si queréis una crónica completa, podéis leer la que he escrito para el periódico en el que trabajo) que nadie sabe quién demonios ha ganado.
En muchos aspectos, yo soy de la vieja escuela. Me gusta que una película arrase, que se lo lleve todo o casi todo y que aplaste a sus contrincantes. Los repartos equitativos de galardones (por mucho que sea algo bastante habitual en los Globos de Oro) sólo indican que no hay un título lo suficientemente bueno y que por eso tienen que hacer varios lotes con las estatuillas. Y eso no es bueno. No crea interés, no crea expectación, no crea nada. Que ninguna cinta se lleve más de dos premios es un desastre. Y que haya cuatro con dicha cantidad de galardones es una catástrofe. Puede que esas cuatro (Expiación, No es país para viejos, Sweeney Todd y La escafandra y la mariposa) sean igual de buenas, pero, señores periodistas extranjeros de Hollywood, arriésguense y premien sólo a una. No importa si hunden a los demás. Esto es una competición y tiene que haber un ganador.
Si en ediciones normales el reparto salomónico tiene poca razón de ser, qué decir de ésta. Con los medios de todo el mundo hablando sin cesar desde hace más de una semana de la huelga de guionistas, sin que nadie se acordase de que había una entrega de galardones que premiaban los mejores trabajos cinematográficos del año, no presentar al público un veredicto unánime no ha hecho más que perpetuar la presencia de la palabra huelga en todos o casi todos los titulares de las crónicas del mutilado evento.
Nos hemos quedado sin ceremonia, sin pasar la noche en vela para ver algo que a veces es entretenido, otras no tanto y en ocasiones simplemente indignante (qué grandes cabreos me he cogido yo de madrugada frente a la tele por culpa de los Oscar), pero que es nuestro. Porque los Globos de Oro, como los Oscar, no son propiedad de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood, ni de la industria, ni de los ganadores, ni de la NBC (la cadena emisora del acto), sino de los espectadores, de los aficionados al cine que se congregan frente al televisor para ver qué suerte corre nuestro actor o director favorito, aquella película que nos encandiló o ese tipejo al que no soportamos.
Por culpa de esta huelga que dura más de dos meses, además de todo lo que ya hemos perdido, nos hemos quedado sin Globos, sin alfombra roja, sin ver a Spielberg recibir su merecido homenaje (el año que viene recogerá su Cecil B. DeMille) y, sobre todo, sin ver a David Duchovny («Es maravilloso poder aceptar un premio mientras me baño», ha dicho, más chulo que un ocho, al conocer la noticia) subir al escenario a por su premio por Californication. Y eso no hay quien lo compense.
No todos los años va a haber un «Retorno del Rey» para aplastar a la competencia…>>Por cierto, que estoy por crear una plataforma: «Plataforma por la entrega del Oscar con carácter retroactivo a Bill Murray por Los Cazafantasmas y a Keyra Knightley por Quiero ser como Beckham» (estamos estudiando cómo quedaría esto puesto con siglas…).
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Que le gustan a Antonio unas siglas… >>Por una vez no estoy de acuerdo contigo. Creo que una edición, póngase de Oscar o Globos, de TPs de Oro o lo que sea, donde haya un claro favorito que arrase le quita toda la expectación a cualquier gala. Aún me acuerdo de aquellos Oscars «titánicos»…>>Eso sí, este año el reparto ha sido muy extremo. Cada peli se ha llevado algo, igual es algo exagerado que los premios se falle así. De todas formas, me extraña mucho que los Oscars acaben tan repartidos como los Globos donde, partiendo de que existen dos categorías de mejores pelis, siempre hay más pelis premiadas.>>Por cierto, el pase de prensa de «Monstruoso» es el 29 de enero. Me la iba a pedir pero al final me he echado atrás. 😛>>Al.
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Cuenta conmigo para esa plataforma, Antonio, y me permito la osadía de proponerte la creación de otra que anime a la señorita Knightley (qué apellido más complejo, por cierto) a comerse un par de potajes, que le sentarían de fábula.
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Ya sé que no estás de acuerdo conmigo, Al, pero es que lo de este año ha sido de risa, por mucha división de categorías que haya, porque que ninguna se lleve más de dos…>>Y deberías haberte apuntado al pase de «Película de susto, prefiero la muerte» (Al dixit), porque aparte de todo tiene buena pinta.
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A mi lo que siempre me llama la atención es cuando Mejor Película y Mejor Director no coinciden: si es la mejor película, ¿no es lógico que su responsable último sea también el mejor? ¿Y cómo puede una película tener el Mejor Director, responsable de ella, y no ser la Mejor Película? ¿Y John Williams ha hecho algo este año o va a dejar oportunidad a los demás?
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Perdón, el comentario de antes es mio, es sólo que le he dado sin querer al botón de publicar antes de poner mi nombre, en qué estaría pensando…
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Estarías pensando en tu musa 😉 Pero no te preocupes, sabía que eras tú. >>Yo tampoco entiendo lo de que no coincidan Director y Película. Hace unos años, en los Oscar siempre coincidían, pero de un tiempo a esta parte se ha convertido en algo excepcional (como ‘El Retorno del Rey’). Supongo que todo obedece a una de esas estrategias de compensación que tanto me cabrean.>>En cuanto a Johnny, lleva sin trabajar desde ‘Munich’ (no olvidemos que tiene una edad, casi 76 añazos, concretamente). Para este año sólo tiene ‘Indy’ y en la agenda únicamente las dos próximas de Spielberg, ‘Lincoln’ e ‘Interestellar’.
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