La última edición en DVD de las dos primeras temporadas de Barrio Sésamo incluye en EEUU una leyenda que advierte que su contenido no es apto para niños. Al parecer, dichos contenidos, protagonizados por Epi, Blas, Coco o Triki, que fueron grabados hace casi 40 años y con los que hemos crecido niños de varias generaciones, pueden incitar a la pederastia, la homosexualidad o la obesidad, entre otras lindezas.
La barbaridad es de tal envergadura que cae por su propio peso, así que me abstendré de hacer comentario alguno, aunque parece que el problema no está en Barrio Sésamo, sino en las sucias y perversas mentes de los censores.