La tarde del domingo es el peor momento de la semana. No sólo porque la tele sea un asco y no haya más que fútbol por todas partes, que también, sino porque la tarde del domingo es la antesala del lunes, el preludio de otra larga y aburrida semana de trabajo. Para mitigar la desazón que tal perspectiva provoca, y aprovechando que anoche me acosté a las tres de la mañana viendo El ejército de las tinieblas (no se me ocurre una hora mejor para verla), hoy os propongo un repaso a la carrera de su protagonista, el mítico Bruce Campbell.
Aunque lo parezca, el apelativo no es exagerado. Basta dar una vuelta por la Red (incluso tiene su propia versión de la Chuck Norris facts) para comprobar que no hay otro al que le siente mejor la etiqueta actor de culto. Por si hay algún indocumentado que no sepa de quién estoy hablando, Bruce Campbell pasará (de hecho, ya ha pasado) a la historia por protagonizar la trilogía
Evil Dead (Posesión infernal, Terroríficamente muertos y la ya citada El ejército de las tinieblas), una serie que lanzó al estrellato a su director, Sam Raimi, gracias a su singular combinación de humor, vísceras y disparates. En dicha trilogía, Bruce, que también ejercía de productor (y de otras doscientas cosas más, porque aquello era casi una cooperativa), interpretaba a Ash, un antihéroe que se las tiene que ver con muertos vivientes, una mano con ganas de jarana (y que acaba sustituyendo por una motosierra) y hasta una versión maligna y putrefacta de sí mismo y que sólo tiene que decir «dame tu cariño, nena» para que la nena en cuestión caiga rendida a sus pies.
La colaboración de este actor con Sam Raimi, al que conoció en sus años mozos y para el que incluso hizo de niñera de su (poco agraciado) hermano pequeño Ted, no se limita a Evil dead. La cosa empezó a finales de los 70, con Bruce protagonizando los primeros trabajos del director, cortos como It’s murder! o la conocida Within the woods, que no es más que el prólogo de Posesión infernal.
Después de Posesión infernal, Campbell y Raimi volvieron a trabajar juntos en Crimewave, escrita por los hermanos Coen y estrenada en España con el poco acertado título Ola de crímenes, ola de risas. Unos años más tarde estuvo a punto de protagonizar Darkman, aunque la productora impidió a Raimi darle a Bruce el papel principal, que fue a manos de Liam Neeson, y se tuvo que conformar con un cameo. No tuvo mucha más suerte con Rápida y mortal, ya que su papel se quedó en la sala de montaje.
El director le compensaría cuando acometiese su proyecto más ambicioso: Spider-Man. Encontrar a Bruce en la primera fue una agradable sorpresa y a partir de la segunda un divertido juego al que también se apuntaron los Coen, que le incluyeron en El gran salto, Fargo, Crueldad intolerable y The Ladykillers.
Pero Bruce, cuyas películas favoritas son El puente sobre el río Kwai y Sonrisas y lágrimas, no sólo ha rodado con Raimi y los Coen. A lo largo de sus más de 30 años de carrera ha protagonizado dramas pastelosos (Going Back), ha puesto su voz a personajes animados (Ant Bully, Bienvenidos al hormiguero), ha sido el férreo instructor de unos niños con superpoderes (Sky High), un cirujano loco en 2013: rescate en LA, devorado por vampiros en la secuela de Abierto hasta el amanecer e incluso ha interpretado a un Elvis que, vivito y coleando años después de su supuesta muerte, debe enfrentarse a una momia poco amigable (Bubba Ho-Tep).
En televisión ha protagonizado su propia serie (Las aventuras de Brisco County Jr., uno de cuyos creadores es el perdido Carlton Cuse) y ha intervenido en decenas de series, desde Embrujadas a Expediente X, pasando por su divertida participación en otra franquicia con el sello Raimi, Hércules y Xena. La última es la serie Burn Notice, emitida este verano en Estados Unidos y en la que también interviene (sólo en tres episodios, eso sí), el cascarrabias de Toby Ziegler.
Como todos los grandes, Bruce también ha escrito libros (la autobiografía If Chins Could Kill: Confessions of a B Movie Actor, el cómic Man with the Screaming Brain y el inclasificable Make Love the Bruce Campbell Way), ha dirigido (My Name Is Bruce, Man with the Screaming Brain, A Community Speaks y Fanalysis, aparte de episodios de Xena, Hércules y VIP, la serie aquella de Pamela Anderson) y ha hecho publicidad, concretamente de Old Spice, marca para la que ha rodado anuncios como éste o este otro en el que, además de cantar, hace gala de su ya legendario magnetismo.