Polémicas estúpidas

Ya sabemos lo delgada que es la línea que separa lo apropiado de lo inapropiado. Sabemos que en España, el horario de protección infantil no es más que un eufemismo y que en la sobremesa podemos ver todo tipo de atrocidades y vulgaridades (ahí están Aquí hay tomate y los resúmenes de Gran Hermano), aunque la ficción nacional tenga siempre un sesgo familiar que elimina cualquier contenido que pueda suponer una ofensa al espectador (las apariciones de elementos como lenguaje soez, violencia o sexo son meramente colaterales, tangenciales, y siempre se muestran de un modo sutil y mojigato).

Decimos siempre que el cine y la televisión españoles son mucho más libres que sus hermanos norteamericanos, porque allí no pueden mostrar secuencias de sexo explícito en la pantalla grande (si lo hacen, saben que se ganarán a pulso la etiqueta de para mayores de 18 y perderán millones en la taquilla), pero nos olvidamos de Los Soprano, de A dos metros bajo tierra, de Dexter, protagonizada por un asesino en serie, o de Californication, centrada en las andanzas de un tipo que fuma sin parar (también marihuana), suelta un taco cada vez que abre la boca y, como bien indica el título, tiene una vida sexual de lo más ajetreada (y además David Duchovny enseña el culo, ¿qué más se puede pedir?).

Pero claro, todo eso se puede ver en la televisión de pago, no en ninguna de las grandes networks, que, como ya vimos en Studio 60, tienen que tener mucho más cuidado con lo que emiten para no herir las susceptibilidades de los espectadores y, sobre todo, de los anunciantes.

La polémica estúpida de la semana tiene que ver precisamente con uno de esos deslices, una tontería que ha molestado no sólo a los filipinos, sino también al Gobierno del archipiélago. ¿Y qué ha provocado tanto revuelo? Pues un chiste (sin demasiada gracia, todo hay que decirlo), incluido en la premiere de la cuarta temporada de Mujeres desesperadas.

En una secuencia del episodio Susan va al médico, interpretado por Nathan Fillion (esa criatura que lleva el gafe a cuestas como una mochila, que acabó con Firefly y Drive y que, claro, tenía que estar en la secuencia de la polémica). No sé qué es lo que le pasa a Susan, porque no he visto el capítulo completo, pero el caso es que el doctor Fillion alude a la posibilidad de que haya entrado en la menopausia. Ella se pone hecha una furia y le pide ver de cerca todos esos diplomas que cuelgan de la pared, no sea que alguno de ellos sea de «alguna escuela médica de Filipinas».

Y ya está, eso es todo. Pero esa minucia ha levantado una ola de indignación entre la comunidad filipino-estadounidense, que ha orquestado una campaña para que la ABC se retracte, cosa que ya ha hecho, aunque la polvareda ha llegado ya al Gobierno filipino, que exige que se vuelva a editar el episodio y que se emita de nuevo sin la ofensiva frase.

La polémica es sin duda excesiva, pero esta oleada de neo-corrección política no es exclusiva de EEUU. No hay más que recordar la retirada en España (Hernán Casciari hizo en Espoiler un top ten de la censura publicitaria) de anuncios del Burger King, Bocatta, de Dolce & Gabanna, algunos de AXE o aquel de Amena protagonizado por enanos que duró en antena poco más de unas horas.

2 comentarios sobre “Polémicas estúpidas

  1. Que flojera eso de que la gente se ofenda por cualquier cosa, cuando se va a ver la tele como eso, es solo television, y no se pero no se han dado cuenta que es …ficcion, si se los juro, todos son actores, ya paren de llorar jaja.Muy buen post, un saludo

    Me gusta

  2. Tienes toda la razón. Imagino que hay gente que no sabe separar la realidad de la ficción, porque si no no se entiende tanto alboroto, aunque el lío no deja de ser gracioso.Un saludo y gracias por pasar por aquí.P.D.: Me encanta el título de tu blog. Me daré un paseo por él.

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.